¡Cuidado! Koalas pueden transmitir enfermedades de transmisión sexual a los humanos.
No necesitas tener una noche de pasión con estos tiernos animales, basta que te orinen para que contraigas la Clamidia.
Pobres Koalas, están desapareciendo. Entre las razones más contundentes
está la disminución de su hábitats y la enfermedad sexual, clamidia, que se ha
propagado de manera silenciosa y terrible. Esta bacteria ataca en una
primera etapa los genitales y ojos de los koalas, dejándolos ciegos e
infértiles, y luego se propaga al resto del cuerpo matándolos lentamente.
Según el representante de WWF en Australia, Martin Taylor, esta terrible
y dolorosa enfermedad se debe al estrés que sufren estos animalitos, cuando ven
que el desarrollo humano les está arrebatando los bosques, lo que podría
llevarlos a la extinción total para 2050.
Empeorando aún más el panorama, está que
esta enfermedad tiene dos tipos: Chlamydia pneumoniae y Chlamydia pecorum, la
última puede traspasarse a los humanos. Sí! como leíste. No es necesario
que hagas el celebrado “baile del koala” extremo con ellos, basta que te
tientes con su ternura y los abraces, o los recojas, situación que ya viene
ocurriendo en Australia en el estado de Queensland, puesto que su
enfermedad los hace mucho más vulnerables. Un poco de su orina bastará para contagiarte.
Difícil será explicarle al doctor que
nada menos que un koala te ha trasmitido esta ETS, pero en fin. Con respecto a
los koalas, ya se está implementando la vacunación de hembras para ayudar a la
erradicación de la enfermedad, para así evitar que continúe esta verdadera
epidemia.
Como ositos de peluche,
siempre subidos a los árboles, con esos ojos que parecen corpúsculos de
antracita, los koalas no son tan pacíficos como parecen. Su experiencia al
respecto la cuenta el periodista y escritor australiano Kenneth Cook (1929-1987):
No me gustan los koalas.
Son unos bichos asquerosos, sus hábitos sociales son vergonzosos: los machos
siempre andan propinando palizas a sus semejantes y robándoles las hembras.
Tienen mecanismos defensivos repugnantes (te orinan). Su piel está infestada de
piojos. Roncan. Su semejanza con adorables ositos de peluche es una engañifa
abyecta. Y, además, una vez un koala intentó hacerme daño de una forma
horrible. Comentó Cook.
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