Así como vemos al lobo en la imagen parece ser tan tierno y adorable que querríamos tener como mascota, pero no lo hacemos porque son demasiado peligrosos.
Los lobos (Canis lupus)
son animales realmente asombrosos. Ampliamente recurrente en los
mitos de diversas culturas, los lobos pasaron de dioses a los primeros animales
en ser domesticados por el ser humano en un largo proceso de más de 10.000
años.
Así, mucho más que parientes cercanos del mejor amigo del
Hombre, el perro, el lobo resulta un ser muy familiar y al mismo tiempo
extraño, curioso y enigmático.
Los lobos suelen evitar a
la gente, PERO, hay varios casos, bien documentados, de lobos salvajes atacando
a la gente en América del Norte, y aunque no hubo testigos, una investigación
judicial de 2007 determinó que un joven en el norte de Saskatchewan en 2005
murió como consecuencia de un ataque de lobo.
Historias de
lobos que matan a la gente persisten en la India, en Rusia y en partes de Asia
central. Es un hecho que cuando los animales salvajes se han habituado a la
gente, puede perder el miedo a los humanos, especialmente si se alimentan o si
los seres humanos se asocian con el suministro de alimentos.
Al igual que
cualquier gran depredador, los
lobos son perfectamente capaces de matar a la gente. Nadie debe alentar a un
lobo o cualquier otro animal salvaje a acercarse, y los excursionistas y
campistas deberán tomar todas las precauciones necesarias para evitar
accidentes relacionados con la vida silvestre.
Claro
que si no vives en determinadas regiones norteñas de Norteamérica, Medio
Oriente o Eurasia, no tienes mucho de qué preocuparte, además, los lobos no son
de los animales que contraen rabia con mayor frecuencia. No obstante, cuando lo
hacen, las cosas se complican bastante. Los lobos pueden contraer rabia al contagiarse de
otras especies, como los perros domésticos, los zorros y los mapaches,
entre otras. Los lobos
se vuelven terribles, frenéticos, veloces, feroces y sumamente violentos cuando
tienen rabia. Una vez entran en el dominio de ese fuerte cólera, los lobos
registran el mayor número de ataques a humanos, los cuales aún suceden y la
mayoría de las veces culmina en una tragedia.
El canibalismo entre
los lobos es muy común. Es que existen pocos animales carnívoros y oportunistas
tan eficaces como los lobos, que jamás pierden la chance de comer. Es sabido
que cuando un miembro de la manada está enfermo, malherido o a punto de morir,
es devorado por todo el grupo. Esto tiene mucho que ver con el clima y las
implacables regiones en las que habitan. En Alaska, por ejemplo, quienes
se encargan de controlar el número y las posibles amenazas que los lobos pueden
provocar en parques abiertos al público, saben muy bien que cuando un lobo cae
en una trampa se debe quitar de inmediato o el resto de la manada lo comerá.
Luego de los combates entre los machos del grupo, igualmente, el ganador se
come a su contrincante y en muchos casos, hasta las crías pueden comerse a su
propio padre.
Ni es de extrañarse que si un lobo llega a donde hay
un perro doméstico, que obviamente es donde también hay gente, hace
que el perro le siga y luego lo terminan emboscando en manada para comerlo.
Pero no nos quedamos allí, los lobos también tienen a los seres humanos en el
menú. Los expertos suponen que aunque pudo pasar a lo largo de la historia, los
lobos comenzaron a comer a los humanos especialmente en la Edad Media.
Como ya vimos, los
lobos son capaces de comer prácticamente cualquier cosa que puedan
atrapar. Ahora, a diferencia de muchos otros animales, como los osos o los
grandes felinos, los lobos no cuentan con un arma o una herramienta anatómica
que les permita quitar la vida de sus víctimas de inmediato. Por el contrario,
cazan, atacan y se alimentan en manada, dando numerosos mordiscos con sus
filosos y gruesos colmillos, arrancando la carne poco a poco de sus presas.
Esto suele conocerse como “muerte por desgaste”. Primero se arrancan los
músculos de las patas y los cuartos traseros para que la presa caiga, allí se atacan
la zona abdominal, en donde se crea una abertura para desparramar las vísceras
y los órganos internos. Entonces el grupo ya puede comenzar a alimentarse de la fresca y agonizante presa, hasta que finalmente perece agotada.
Muy
interesante, ¿no? ¿Qué te pareció? ¿Qué otras cosas sabes acerca de los
lobos?
Fuente: http://www.lobopedia.es
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